
La zona genital, incluida la piel circundante, es muy delicada y puede dañarse fácilmente. Existen diversas maneras de proteger y cuidar la piel genital; descubre más a continuación.
Usa agua sola o un emoliente para lavarte los genitales. Aunque puedes usar agua sola, te recomendamos lavarte con un emoliente como una crema acuosa, diprobase o doble base. Puedes conseguirlos en farmacias, supermercados y online, y son muy económicos. Puedes aplicar el emoliente como una crema sobre la piel genital antes de bañarte o ducharte; esto actuará como una barrera contra otros jabones y champús que puedas usar. Enjuaga bien la zona al terminar de lavarte. Los emolientes son seguros para el uso diario. Si tienes la piel genital seca, aplica un poco antes de acostarte. ¡Deja que el aire fresco llegue a la piel genital! Durante los meses de invierno, nuestros genitales rara vez respiran debido a que usamos varias capas para mantenernos calientes. Y en verano, nuestros genitales pueden calentarse y sudar debido a la temperatura exterior. Cuando puedas, por ejemplo, cuando estés en casa viendo la televisión por la noche o durmiendo, ¡intenta no usar ropa interior! Un pantalón de pijama holgado es ideal para disimular tu pudor y permitir la circulación del aire. Usa ropa interior de algodón (o con refuerzo de algodón). El algodón permite que la piel respire, mientras que las fibras sintéticas no lo hacen y pueden calentar la piel, causando irritación. Es preferible usar detergente líquido o en polvo no biológico para lavar la ropa interior.
